Ordenanzas de protección ambiental

¿Qué es una ordenanza de protección ambiental?

Una ordenanza es una norma o reglamento de carácter municipal que regula aspectos específicos dentro del ámbito de competencia de un municipio. Su regulación se encuentra en la Ley Nº18.695  Orgánica Constitucional de Municipalidades (“LOCM”).

Son dictadas por los concejos municipales y tienen fuerza de ley dentro del territorio del municipio, pudiendo establecer multas en caso de infracción. Su jerarquía es infralegal, esto es, no están al mismo nivel de la ley emitida por el Congreso, pero de igual forma regulan el territorio de su competencia. Esto implica que solo podrán aplicarse en la medida en que no contradigan una ley vigente, pues de lo contrario la ley prevalecerá.

Esta competencia forma parte de la independencia que la Constitución otorga a los municipios. Se entiende que los municipios pueden hacer actividades que consideren importantes para su comunidad, a menos que la Ley ya haya regulado esas actividades.

Las ordenanzas abordan diversos temas relacionados con la vida local, entre ellos, las reglas para la protección del medio ambiente en la comuna.

Limitaciones y ámbito de aplicación de las ordenanzas


Al ser normativas del municipio, tienen un ámbito de aplicación específico dentro de la comuna, lo cual limita su ámbito de aplicación a dicho espacio territorial, es por ello que tienen ciertas limitaciones en el ámbito de aplicación. Estos casos incluyen:

  1. Competencia territorial: Se aplican sólo dentro de los límites territoriales del municipio. 
  2. Competencia normativa: Las ordenanzas municipales sólo podrán tratar de temas que sean de competencia municipal. Estos asuntos se encuentran en  los artículos 3, 4 y 5 de la LOM. En ellos se establece la competencia de las municipalidades: aseo y ornato, aplicación del plan regulador comunal, educación, cultura, salud, protección del medio ambiente, turismo, urbanización, transporte u otorgar subvenciones o concesiones, entre otras. 
  3. Coherencia con el orden normativo: Implica que las normas deben ser coherentes entre sí, evitando contradicciones y asegurando un funcionamiento claro y eficiente. La falta de coherencia podría llevar a situaciones confusas, donde una norma contradice a otra, generando incertidumbre sobre cómo actuar o qué esperar en determinadas circunstancias. 

Protección del medio ambiente a través de ordenanzas


Las ordenanzas municipales pueden tener un rol importante en la protección del medio ambiente, ya que permiten a los municipios regular y promover prácticas ambientalmente sostenibles dentro de su territorio. Podemos clasificar las contribuciones de la siguiente forma:

  1. Gestión de residuos: Pueden establecer normativas para la gestión adecuada de residuos sólidos, fomentando la separación en origen, el reciclaje, el manejo de residuos peligrosos y la implementación de programas de recolección.
  2. Protección de espacios verdes y biodiversidad: Pueden regular la conservación de parques, reservas naturales o espacios públicos y la protección de especies locales. Esta es sumamente importante por cuanto se relaciona con la protección de los humedales urbanos. 
  3. Control de la contaminación: Pueden establecer medidas para controlar la contaminación del aire, agua y suelos, así como limitar emisiones, ruidos molestos y actividades que puedan comprometer la calidad ambiental del entorno urbano.
  4. Uso sostenible de recursos: Pueden promover el uso racional de recursos naturales, como el agua y la energía, mediante regulaciones que fomenten la eficiencia en su uso, la implementación de tecnologías más limpias y la reducción del consumo.
  5. Educación ambiental: Pueden contemplar programas de educación dirigidos a la comunidad local, con el objetivo de sensibilizar y concientizar sobre la importancia de la protección ambiental y la adopción de prácticas más responsables.
  6. Planificación urbanística sostenible: Pueden establecer pautas, promoviendo la planificación de zonas verdes, el diseño de espacios públicos amigables con el ambiente y la creación de infraestructuras respetuosas con el entorno.

La ordenanza ambiental


Las Municipalidades tienen la potestad de regular la relación de las personas con el medio ambiente dentro de su comuna según las facultades privativas y los deberes que se le imponen a través de la LOCM. Además, desde la dictación de la Ley 20.417 que modificó la LOCM en 2010, se estableció el deber la Unidad de Medio Ambiente y Aseo y Ornato de velar por el medio ambiente de la comuna materializando acciones y aplicando normas de índole ambiental en la comuna. Asimismo, se le otorga el deber de elaborar el anteproyecto de la ordenanza ambiental. 

El Ministerio del Medio Ambiente ha puesto a disposición de la ciudadanía y gobiernos locales un modelo de ordenanza ambiental tipo. Lo puedes descargar aquí. Esta propuesta contiene los mínimos posibles para regular, pudiendo cada Municipalidad adaptarlo a sus necesidades propias como comuna.

Si buscas un desarrollo más detallado de las facultades municipales de planificación ambiental a través de instrumentos normativos, puedes descargar gratis el libro de ONG FIMA “Planificación Ecológica en instrumentos de ordenamiento territorial de competencia municipal”. Acá podrás encontrar ejemplos de ordenanzas, pero también de otros instrumentos de planificación territorial que te pueden servir de guía.

Recomendaciones para crear una ordenanza ambiental


En el caso de crear la primera Ordenanza Ambiental, revisar una ya existente o ajustar ordenanzas sobre temas medioambientales como contaminación acústica o arbolado urbano, se sugiere lo siguiente:

  • Revisar los modelos ofrecidos y/o las ordenanzas vigentes para asegurarse de que reflejen la realidad local.
  • Obtener la opinión de la comunidad sobre la relevancia de las regulaciones y su eficacia en abordar problemas comunes.
  • Considerar la implementación de incentivos para fomentar el cumplimiento de las normativas ambientales.
  • Extender la regulación de fiscalización, denuncias y sanciones a otras ordenanzas relacionadas con temas medioambientales, como ruido, publicidad y contaminación lumínica, con el objetivo de unificar las normativas y evitar conflictos o falta de coherencia entre ellas.
  • Especificar qué unidad será responsable de la fiscalización de cada área específica.

Es posible ampliar la regulación a otras materias que inciden en el cuidado ambiental y el bienestar de los vecinos y vecinas, tales como la contaminación del suelo, la protección de la biodiversidad, paisaje y especies nativas, el arbolado urbano y la infraestructura verde, el uso racional del agua, el sistema de fomento al reciclaje comunal y la fiscalización a proyectos con impacto potencial al medio ambiente, entre otros. 

Para conocer ejemplos reales de ordenanzas ambientales en esta y otras materias, puedes descargar gratuitamente la Guía para la Elaboración de una Estrategia de Fiscalización Ambiental Comunal de ONG FIMA, que dedica buena parte a explicar y ejemplificar cómo operan en la práctica las ordenanzas en esta materia. 

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